Hola

Hoy, siendo un día, o mejor dicho, una noche, en la que me dijeron que va a haber un eclipse, me puse a pensar en tantas cosas que he escrito a lo largo de mi vida refiriéndome a este tema... Y termine sacando la conclusión de que en cada relación por la que he pasado, he tomado siempre la misma postura, cuando no la del sol, la de la luna.
¿No les ha pasado de ver un amanecer con los rayos del sol por llegar de un lado, mientras la luna se esconde por el otro? ¿o de ver despedirse al sol con la luna casi asomando? Él la corre pero ella se va, y cuando ella llega él ya no esta...
Muchas veces actuamos todos así, pero por lo menos, en la vida siempre tenemos la posibilidad de decir u oir el primer HOLA

Desenamorada del mundo, astillada hasta las muelas
Con el corazón astillado, pero no sangrante,
Con la bronca brotándome pero sin rasparme.
Mundo te amé, vos sos el que me fallaste.
Callate y serví para algo,
Serví para darme lo que no supe ni pude ver,
Si me diste algo mostralo, si me sacaste también.
Mi ser estará astillado, pero aun así te puedo morder!

Candente Stereo




Sintonías de esfuerzos escondidas en tus ansias
Cascabeles de espuma exorcizando tu calma.
Ínfimo esfuerzo intenta devolverme hacia el abismo,
De ahí que quieras saltar o proseguir con vida.
Sin esfumarte haz de vivenciar espejismos,
Sin concentrarte haz de esculpir tu futuro.

Siguiendo, sin parar hacia el infinito
Si te das cuenta descubrirás que de mi puede provenir algo
Algo fructuoso, algo suntuoso; cataclismos de escarcha
Sueños de misteriosas y calmadas cartas jugadas.
Cuanto más intento descifrar, más enigmático se comienza a mantener todo,
Pero si de mi acción dependiera, te disolvería como a un sinfín de mares.

Cansancio se siente en las venas, esperanza se esculpe desde tu alma.
Estrellas, quiero perderme siguiéndolas, algún destino llegara a mí
Alguna luciérnaga ha de llevarme ciegamente hacia ti, hacia mí…
Porque ambos somos parte de todo, y el todo llegara para hacer mella en todo cimiento
Y aun así querrá tomar protagonismo, encandilar nuestros encantos
Y matar nuestras expectativas haladas
Pero por más que intente, y sangre y muera… no podrá romper esta magia.

Tu sendero



El sol necesita un apagón de escarlata. Las estrellas ese pesar.
La más grande de ellas ha de morir, el más minúsculo se ha de sacrificar.
Al amanecer de las almas rotas, espera la aurora del renacimiento; al atardecer del silencio eterno, se encuentra la magia hecha senderos.
Sh! Escondete! No corras a favor de ese extasiado viento.
Sh! Concentrate! Y no caigas sin haber observado el firmamento.
Estrella a estrella se sacrifica por el bien del rey del cielo; galaxia a galaxia se unifican, intentando esconderse de los secretos.
Extasiá tu alma de agua de lluvia, y volá sin rumbo, ese ha de ser tu sendero.
Cuando el amanecer llegue estarás durmiendo.
Cuando el atardecer caiga en tu lecho, responderás desde un alarido al viento.

Sal



Cristal de mar busca encandilarme
Cristal de sal permíteme adorarte.
No me obligues a buscar excusas
No me obligues a divagar en tus penumbras.
Cristal de tiempos modernos y lejanos
¿Cuántas veces haz visto nacer y morir a un rosal?
¿Cuáles son tus palabras de aliento cuando el sol decide no descansar?
Cristal de vientos, mareas y cuentos
Hoy me he de alzar y me haz de observar;
De alguna forma podré llegar a tiempo,
Y esa luna para mi ha de brillar.
Cristal, de que eres no importa, siempre serás mi cristal,
Y aunque puedas ser uno en bruto, nunca podré pulirte,
Para mi eres la sal
Yo solo veo en ti, de la vida, la sal.

Sobre silencio




Silencios desde el silencio
Silencio sobre silencio.
Ruidos sobre escenas de escarlata
Silencio sobre la calma.
Calma que se integra a tu cielo
Silencio que se posa en tus pensamientos
¿Es silencio lo que no podemos escuchar?
¿O es el ruido de latas lo que nos hace callar?
Silencio sobre silencio,
Ruinas desde los cimientos.
Silencio sobre silencio,
Que se escurre por el cemento.
En silencio te escucho, él grita tu nombre,
Pero es el ruido de latas lo que te permite ser hombre.
¡¡¡Silencio!!! No más silencio…
Solo silencio sobre silencio.

Aullido interno



Cintas agazapadas esperan encontrar su sitio.

Cada gota se acurruca y espía cada vez que se rompe una liga.

En silencio, detesto tener este sentimiento de promiscuidad ingrata,
Pero grito de placer cuando se me llega a acurrucar en el alma.

Cada vez que despierto,
Me vuelven desde la almohada las onomatopeyas,
Expresando mis sentimientos con espontaneidad explosiva;
Cada vez que me duermo descansan,
Y se expresan en palabras, en frases íntegramente armadas.

Callar sólo me hará sollozar,
Y gritar me ha de llevar a sentirme plena…
¡Entonces he de gritar!
Y si me llega a importar el qué dirán, lo haré en silencio…
O lo haré despacio, susurrando al oído de quien pueda escucharlo…

Esencia


El aroma del alma se desdibuja a medida que el desgaste de un corazón despiadado ejerce sobre nosotros una rutinaria pasión empeñada en estructurarla.
No has de oler el alma si no puedes siquiera percibirla. Nunca podrás verla, el espejo nos refleja esa agonía.
Podrás tomar la que quieras, pero no expandirla, tocar solo la que te permita hacerlo, y morder la que sea más desinhibida.
Cerrarás el cuaderno de tus creaciones del alba, abriéndolo de nuevo para ver así el abanico de tu obra magna, y has de saborearla, catarla, y respirarla antes de por fin soltarla.
Te sentirás importante al arrancar sus hojas y lanzarlas al viento, quien se encargará de borrar tu nombre sin rozar tu esencia.
¿Será una musa? ¿Será ella el arte? ¿Será la pasión, la confianza, el desenlace? Sí, y será brillante y siempre viva, completando tu ser de una felicidad exhaustiva, convirtiéndose en el relato de tu vida de ella provista.
Tu instinto, tu instrumento, esa cálida caricia desde el cielo, que has de oler solo una vez y su aroma aparecerá en silencio.

Mar de calmas



Clarividencia, elocuencia
Mal de amores se presenta.
Salta una ráfaga y rompe el espejo,
Corre una liebre en medio de un pleito.
Guardo la calma mientras sangra.
Guardo la espina escondida en las ansias,
Careteando a las dudas, esfumándolas.
Desnuda de alma, vestida en harapos de lástima.
Entre tus sueños he de pensarte
Y haz de querer dormir sin parar de plantearte
Cuán armada de valor podría estar
Para mitigar el desastre

Alicia




La vi esfumarse y reencontrarse en sus brazos...
La vi flotando libremente con la gloria salpicando...
La vi desnuda frente al charco de sus pálidas bellezas, de sus ardientes rechazos...
La vi de espaldas, con el cigüeñal de su izquierdo amparo soltando el lazo...
La vi radiante, la vi fulminante, la vi muy muy cerca, pero distante...
La vi alejándose, pero quedándose, romperse, pero animándose...
La vi expectante…

No la vi venir…
No pude verla partir…
La dejé libre, al aire, flotando… con la gloria de sus pasos salpicando...
Con el perfume de su aroma brotando...

Sensaciones


Corrió… Se estampó contra esa pared de inmunidad agresiva, se retiró con fuerza de espasmo, y corrió, corrió sin rumbo, sin pausa, corrió con sus bellas artes a la vista, con sus extrañas visiones pervertidas, sus confesiones inconfesables corrompidas, y sus cortes profundos en la mira…
Se miró las manos, y estrujó su encanto, su fascinación por ambos… castigó los escrutinios de sus prometedoras y calmadas aguas dentro del alma. Las abolió, las corrompió, las desgarró, las cortó de raíz y no se arrepintió… Atrás quedaba el poblado, atrás quedaba el claro, atrás quedaba el pueblo, atrás quedaba el cielo de sus amores no encontrados, de sus pasiones inconclusas, de sus encuentros alocados, y de sus miradas cargadas.
Se escondió en la multitud, mirando fijamente las disimuladas figuras que frente a él se presentaban, el presente era ya difuso, las miradas casi nulas, los amores insensibles, y las pasiones… las pasiones, como siempre, inconclusas. Frenó en un puesto con aromas de su infancia; miró detalladamente los paños voladores, las maderas rechinantes y los brillos de la calle, se escapó de aquello dudando, rogando no encontrarse nuevamente con tan hermoso pasado… Se fue sollozando, quebrado, mutilado, desarmado. Se fue, se fue aliviado, con la pena brotando, con las sabrosas cuestiones de su alma sangrando, y volvió riendo, no a su pasado, volvió a si mismo tarareando su regreso en el acto. Consiguió una pluma, y tatuó su, por así llamarlo, logro. Extendió sus brazos, relajó su cuerpo y se entregó al apacible viento que se escurría por su regazo. Agradeció el gesto y se desintegró en el todo de la nada. Con alaridos deseosos de encontrar un sitio, terminó con el suplicio y consiguió la muerte… terminó con el suplicio, pero puntos suspensivos se situaron en su muerte.

Esta es solo una imagen q me gusto, no encontre el archivo de lo que queria subir, pero como internet me anda re lenta, dije, ma si! subo la imagen y listo! Dirán, "esta chabona la tiene con los monos", y en parte si, son hermosos e inteligentes y me encantan!
Hasta pronto

22/01/10, 2:00 a.m. (El Miedo)


Creando el monstruo de sus pesadillas, se creyó la historia de su insurrección mientras éste emergía con gracia dentro de su supuesto logro de fascinación. Casi sin terminarlo, lo largó a correr sin prisa sobre el subsuelo de su mente, mientras aplazaba a sus miedos lentamente devorados por las ansias de tajarlos impunemente entre las tinieblas. Una vez hecho esto, el monstruo comenzó a bailotear su holgada danza de superioridad frente a él. Lo miró desafiante a los ojos. Lo espero expectante desde el centro de sus más sedientos deseos, creciendo y decreciendo con una imantada posibilidad de atracción infalible.
Su presa ya estaba hipnotizada. Sus garras ya estaban al acecho, y su vigorosa mirada yacía dentro de los ojos de su creador. Comenzó a bajar milímetro a milímetro dentro de ese cuerpo desde sus cerrados ojos, observando sin prisa los estrechos pasadizos que plegaban la piel de tan bella victima. Corrió tras cada gota de sudor que cubría ese inmenso cuerpo, y hasta que no llegó hasta la última Terminal nerviosa de su creador no se venció. Jugó con ellas, intercalándolas, manipulándolas, agasajándolas de tal manera que los temores de aquel que le hubiera abierto las puertas, no pudieran sacarlo del trance.
El entusiasmo del monstruo se volvía cada vez más orgásmico, cada vez más enfermizamente romántico.
Las palpitaciones subieron, las convulsiones de ese cuerpo comenzaron a surgir a borbotones y, si bien el monstruo estaba llegando a su objetivo, se aburrió y prefirió dejarlo para otro momento.
Buscó rápidamente el rostro de su victima, escapando por su boca en forma de grito y sollozo, dejando a su estela la apertura de unos ojos lagrimosos abiertos como platos, un corazón dispuesto a salir disparado y un mensaje en el fondo de esa mente que decia: Volveré… Sólo cuando sea necesario.