Para Papá

Hay un hombre. Un hombre que me nombró en poesía sin siquiera conocerme Un hombre que ideó mis facciones, que me prestó algunos gestos Y, con ellos, sus genes. Hay un hombre. Un hombre constante en mi vida desde los cimientos Un hombre a mi lado, sin importar el tiempo. Hay un hombre que me nombró poesía y me enseñó a amarla Que me conoció en una canción mucho antes de ser engendrada. Un hombre que me enseñó a amar la música, Esa, que ninguna nena escuchaba. Hay un hombre que me enseñó a darle rimas a mis versos Que corrigió una a una mis palabras Que me cuida en el sujeto y predicado Y que entiende el sentido de mis pausas. Hay un hombre. Uno de esos que es amigo, que es compañero, Pero que es mi padre. Supo secar mis lágrimas, Supimos refugiarnos el uno en el otro, el otro en el uno. Sabe lo que quiero, lo que necesito, sin saberlo Sabe leerme a mi ritmo, cuidarme en mi espacio Alentarme en mis logros y levantarme en mis fracasos. Hombres hay muchos, pero solo hay uno, Que siempre, me ha de contener en su regazo.
"Nos pasamos la vida buscando el amor. Creemos en eso que nos han enseñado, que el amor es algo físico y que si no hay contacto no existe. Nos olvidamos así de que el amor puede ser también platónico, de ese tipo de amor que no necesita tocarte siquiera para enamorarte hasta los huesos. Creemos entonces que para disfrutar de dicho amor hay que llevarlo al contacto físico, a lo que creemos es lo correcto, y nos olvidamos por completo, de que hay amores que nacieron para palpitar en la carne, en cambio otros que nacieron para palpitar en el alma. "
"Porque de todos los privilegios que existen, yo me quedo con el de tu mirada, y de todos los contagios posibles, con el de tu sonrisa"

Él

Encontró las palabras exactas y la cautivó al instante. Casi como suspirándolas fue del dicho al hecho y, aunque el trecho parecía alargarse, sus ojos se encargaron de hacerlo corto. La tarde garuaba casi con alegría, pero esos ojos no hacían más que pedir sol, y expresaron sol desde su centro, sol hasta su sonrisa. Comenzaron a quererse con las luvias de Noviembre, conversando, simplemente, de esas cosas sinceras que no puede entender la mayoría de la gente. Se soltaron en un abrazo y se siguieron liberando en los restantes, dando lugar a los besos que continuaron alimentando su arte. La noche siguió garuando, salpicándola de recuerdos de ésa tarde, completando de sonrisas su corazón, con ésos soles de luvia, alimento del deseo, atrapantes, sin misterio, simplemente dignos de su dueño.

Lejanía

Y tengo café en la mirada; Éso explica muchas cosas: Por qué duermo poco por qué observo mucho por qué te guardo en mi retina por qué aún te espero. Porque de tanto café que tengo en ellos, ni con un millón de desvelos lograrás hacerlos descansar. Para dormirlos hacen falta la dulzura de tus flores, el aroma de tus besos las caricias de tus ojos, que son tan café como los míos pero ciegos a su antojo
"Y no me quedo otra que enamorarme: Porque al mirarlo a los ojos fui feliz. Nuestros gestos se hicieron cómplices Y ya no hicieron falta las palabras. Mi mano se acostumbró al roce de la suya, Mi oído al latir de su corazón… Y enamorarme entonces, Ya no fue cuestión de discusión. La maraña de sentimientos que cada uno albergaba Se vieron confundidas al ver lo que nos pasaba Y a ellas tampoco les quedó otra opción Que perderse en sus ojos y en el latido de su corazón."

El Espejo

Si supieras... como sonrío automáticamente al verte, Cómo me hipnotizan tus encantos, Cómo subo y bajo con el bailar de tu pelo y con el sonido de tu voz. Si supieras como suspiran mis sentidos al sentir tu contacto, Cómo tiemblan mis piernas ante tu saludo. Si supieras como canto y creo y comparto todo esto que me guía a ser yo. Sé que te amo, porque no te siento mío, Y eso significaría quererte como algo material, lo que no veo, Porque siento tu espíritu, Siento hasta tus musas, cuando te dirigís a uno por uno, Mientras acaricias sus almas con tu don innato. Te veo pero no llego a verte hasta que conecto con tu espíritu, con vos. Si supieras todo esto quizás te asustarías o, quizás, me entenderías. Porque esto solo lo sabemos nosotros, Esto solo nos pertenece a nosotros: En ese instante en que sonrío, Me hipnotizan tus encantos, Mis piernas tiemblan, Subo y bajo con el bailar de tu pelo y el sonido de tu voz, Suspiran mis sentidos, creo, canto y comparto, Te descubro… Me descubro! Te amo. Me amo.

Rap de la Vida

Estoy...? Siento...que siento. Respiro, o al menos lo intento... pienso, pero no entiendo, de qué lugar estoy viniendo....estoy en el pasado presente o futuro...? Estoy siendo sarcástico o estoy siendo muy duro, la hipocresía del resto me mantiene en este estado, me filtra de rencores que ya creo innecesarios Me saca los temores que algún día me inculcaste, cambiaste, mi vida en un segundo y por mucho mas tiempo hiciste de mi mente algo nulo caí dentro de un pozo del que espero escapar, pero aunque sea la tierra conmigo he de llevar, porque he aprendido cielo, infierno, tiempo y eso es algo al menos que nunca me podras arrebatar Mi vida es un gran cofre lleno de futuro, un presente divino y un coraje más bien puro, no me inculques cosas que ya no he de recibir, cuando decida irme no podrás volver a mí, te crees que soy débil, pues aquí me encontraste, con la cabeza en alto dantote hasta en la madre. Ir a lo desconocido no tiene una vuelta garantizada, probablemente sea un viaje de ida, con muchas preguntas pero con pocas respuestas, con muchos locos ,muchos genios, muchos ingenuos, que escapan a las verdades, y creen las mentiras, alimentando el monstruo que nunca duerme...EL porqué de la vida.... no tiene descanso Y me canso y me rebano los sesos por un rato, me miro al espejo y no soy quien está hablando, mi imagen solo repite lo que todos ven a diario

Regreso a la madrugada

Impaciente, busco rimas donde las palabras se fugaban al cantar los sones. Se acerco, temerosa, presintiendo una respuesta turbia. Quiso pensar pero los pensamientos se transformaron en aves, acercando la brisa y alejando las palabras. Impaciente acudió a su llamado, el cual no era ajeno, sino propio, y así se fue enredando en la maraña de ser y no ser, de estar y pasar, de soltar pero no dejar. Quiso transformarse en neblina, y desaparecer al acercarse el mediodía, pero olvido que era verano y que el invierno ya la había dejado. Se acercó, temerosa, admitiendo su falla, agachando la cabeza para esquivar la parra. Impaciente tomó sus uvas, las cuales recordaba agrias, y el dulzor de ese fruto la sorprendió amarga. Quiso tomar un racimo, pero la planta cada vez más se alejaba. Impaciente, pego un salto, y al querer tocar el piso a su regreso se encontró con la nada. Impaciente quiso, se acercó. Pero el abismo era todo lo que le quedaba.

El Perchero

El perchero de la espera ya no espera Mientras los minutos se vuelven horas incompletas y vacías Se pierde en un mar de brumas Mientras los corazones se abren como primavera en flor. Los cielos se nublan por momentos Mientras la mente se niega a prestar su opinión Uno se hunde en los suburbios de una tierra prometida En el momento en que esta se abre intentando tragarnos. ¡Oh dulce maravilla! Que me inhibes y me guardas en tu pecho ¿Qué es lo que tu mente espera de mí? ¿Cuáles son tus objetivos frente a esa vana promesa? Vives en un mundo que crees no te entiende Yo también vivo en él Pero mi corazón está muy desgastado como para entenderlo O entenderte... Enséñame a vivir en él Enséñame a encontrarte Enséñame a esperarte Pero no me enseñes a odiarte. Muéstrame tu corazón Pero no permitas que lo dañe Libérame y ayúdame a volar sin mirar hacia atrás Pero no me alejes de mis sueños anhelados. Ayúdame a pensar abriendo bien los ojos Y ayuda a mi mente a protegerme No hagas más cuestionamientos Simplemente cúbreme en tus brazos y rompe las cadenas. Solo espero que algún día llegues Y sé que lo harás sin anunciarte Pero no me ilusiones con viles promesas Sólo aparece y refúgiame en tus brazos.

Escrito 23

Cortar las riendas, soltarse el cabello Romper el silencio, trabar barreras Escribir sonetos y explorar cuevas Es curioso saber que si he de querer Es curioso entender que me he de perder Sentir las marcas, escribir en el cielo Cabalgar en el alma, arrullar un sueño Morder el polvo, rayar el viento Es curioso saber que no he de entender Es curioso saber que no me estrellaré Dibujar un futuro, esculpir la esperanza Caminar hacia el cielo erguido y con calma Avivar el corazón a estrellarse al alma Es curioso, ¿no ves? Entender esta calma Es curioso, ¿no ves? Aprender a usarla Llena de armas nunca usadas Llena de escombros del alma Llena de amor, de sueños, de rabia Vacía de miedo Vacía, sí, pero de karmas Es curioso entender que me he de perder Es curioso entender que no me estrellaré

Romance primero

A primera vista fuiste fría, no pude entenderte, No entendí tu silencio y me torturó el suspenso. Al apoyarte en mi pecho solo un aire de rechazo sentí de tu parte. No me dejaste tocarte. No me dejaste acercarme. Tuve que pasar días y noches anhelando: Tu presencia, el sonido de tu voz, Palabras aunque sea monosilábicas. Tuve que admirarte a lo lejos, desde abajo, Desde la penumbra, ésa que te acobijaba. Tuve que soportar mis celos de que le regales tu voz al viento, Y a mí me ignores y me rechaces. Pero, poco a poco me abriste una puerta, Me diste la oportunidad de, cómo hiciste conmigo desde un principio, enamorarte. Cuando por fin llegó ese día, me preparé de una forma exagerada, esperando tu llegada. Troné mis dedos y, al verte, sin dudarlo, te senté sobre mi regazo. Me permitiste por primera vez tocarte, acariciarte… Lo que no puedo ni podré olvidar nunca de ese momento es que, Ése día, finalmente, decidiste hablarme.

Platónico

Esas ansias de verte, ese rubor de encontrarte, esas ganas de mirarte y ese no se qué de verte. Esa mirada sin vergüenza de ser atrapada por mis ojos. Este suspenso en mi garganta y ese tambor en trance dentro de mi pecho. Esas caricias que imagino, y ese sabor amargo que me llevo. Esa expectativa errante y ese sinsabor ardiente pero adictivo y salvaje. Quiero acercarme pero no perder todo esto, quiero alejarte de mi mente pero no puedo. Prefiero la cercanía de tenerte lejos, prefiero ese sinsabor que me queda dentro. Prefiero, sí, verte y admirarte sin miedo Prefiero navegar por mi realidad inventada y sincerarme por este medio.

¿Quién quiere jugar conmigo?

...y entre vueltas del destino, torceduras del camino, laberintos, senderos, arroyos ríos y mares, nos iremos desenvolviendo. No hemos de atarnos a absolutamente nada, solo nos tomaremos del piolín cuando el viento nos invite a levantar barriletes. La vida es corta, la amistad un gran tesoro, la familia tu templo, tus experiencias tu historia. Aprovechemos a jugar mientras el corazón albergue a nuestro niño, aprovechemos y cuidemos a la pacha antes de que otros siquiera intenten arrancárnosla. No dejemos que nuestros tesoros, nuestros templos e historia sean corrompidos. Juguemos e invitemos a jugar a quien se nos cruce por el camino. Juguemos, somos niños! Las sonrisas son más efectivas y más baratas que un mal ceño.

Como la canción que te guste más

Díganme quién no ha escuchado alguna vez esa canción que dice… “quisiera ser como la canción que te guste más, y estar en ti…” Muchas veces nos planteamos cosas así. Muchas veces lo único que buscamos es que alguien nos tenga en sus cabezas y tararee nuestro nombre todo el día, llevándonos de un lado a otro, sin poder sacarnos de su cabeza. ¿Por qué será que nos sentimos tan bien cuando esto pasa? Simplemente porque nadie deja de ser vanidosamente necesitado de atención. Nos encanta que nos miren, que nos mimen, las caricias y el incesable histeriqueo de siempre. Nos encanta histeriquear y ser histeriqueados, pero solo con y por las personas que realmente nos interesan. ¿Qué será que cada vez que alguien escribe una canción de amor, se la escribe a la persona que no lo registra? Una persona que ama a alguien toda su vida, es raro que retribuya su éxito a los lindos momentos sin sexo y sensualidad de por medio a la persona que tiene al lado en forma de canción, solo lo hace con esos momentos en los que se sintió lastimado por la lejanía de su ser amado. ¿Por qué necesitamos sufrir para darnos cuenta que es lindo amar? Porque no estamos preparados para hacerlo, y la sociedad tiene como única explicación del amor y respeto hacia a alguien: el sufrimiento. ¡Ojo! ¡No somos mártires amigos!, tampoco flagelantes, simplemente somos humanos, monos evolucionados que nos queremos diferenciar del resto y terminamos siendo iguales. Empecemos a querer no ser la canción que le guste más al otro, empecemos por querer ser nuestra canción preferida, y les aseguro que poco a poco, si así debe ser, nos convertiremos en la canción preferida del resto. Muchas veces mirarse el ombligo esta mal visto, pero en el plano de la autoestima, yo creo que es el mejor permitido que podemos darnos.

Agradezco

Como cada enredo que se enreda, cada nudo que se anuda y cada sentimiento que se siente. Como cada fin que termina, como cada comienzo que empieza, como el amor que se enamora y desenamora, como cada luz que hace sombra, como cada sombra que refresca. Como cada cielo que se estrella, como cada sol que explota lentamente, como cada gota de agua que se evapora y como cada mal recuerdo que se esfuma. Como cada fuego que se enciende, como cada cascada que cae. Como la luna sonriendo a la nada, o a esos pocos que disfrutan verla sonreír; como las estrellas alumbrando de puro gusto nomás, o a aquellos que suelen salir en su búsqueda en el medio de la nada, donde el hombre no ha podido aun apagarlas. Como el silencio de una noche cerrada, abierta aque los misterios de nuestras mentes, ocultos bajo la almohada, se atrevan a salir a encontrarla. Como el hervor de la sangre por cuestiones “correctas” apaciguada. Queriendo salir con las mismas energías que me quedo dentro. Queriendo despertar con las mismas energías que me quedo durmiendo. Queriendo reír con la misma energía que lloro y solloza mi alma. Queriendo quedarme, con las mismas energías que use para sacar este ultimo boleto. Como cada herida que se infecta, como cada enfermedad que se propaga. Como el ruido estridente de la nada, que de nada es mucho y de mucho es nada. Como cada palabra significada, aunque al decirlas no signifiquen nada. Como cada grano de arena que es todo un mundo dentro de puño con infinidad de galaxias. Como la brisa suave o la lluvia prolongada. Como cada cosa que se hace parte de uno, como cada detalle del infinito de tu creación, asomándose para mostrarme que soy afortunada y, a su vez, desdichada. Como ese sinfín de errores que espero sean parte de tus jugadas no planeadas pero altamente estudiadas. Agradezco que me eligieras para ser. Agradezco que me eligieras para sentir, ver, oír, degustar, oler y vivir tu creación, aunque no sea hasta en su más minúsculo esfuerzo, ni su más magno intento. Agradezco que me eligieras para ser. Agradezco que me eligieras. Agradezco.

Buen día

...y entre el cielo y el suelo encontré mil razones para sentirme plena... Buen día fue el que me espero hoy a la orilla de mi cama, al costado de mi espalda, a los pies de mis palabras y entre dientes de oro y plata. Buen día de amanecer helado, de escarchas gruesas y antojos concretados. Buen día para amores perros, que aullaron a un cielo sin su plata brillando. Un buen día que me supo mostrar bien cual es mi sitio: entre el suelo y el cielo, entre sus brazos
Una magnolia despertó esa mañana más fresca, radiante, hidratada y erguida que nunca, a la vez que una mutisia saludaba al sol desde su libertad eterna. Ella, en cambio, despertó oyendo un arroyo de lamentos, como si fuera el camino de no me olvides que la acompañaba desde niña al salir de su casa, y pintó de azul celeste su rastro, tal como la pequeña flor. Tan azul era su pena, tan pequeña su tristeza, que de pequeña era gigante, de un azul gélido, escalofriante. Quiso sonreírle a sus ojos en el espejo, pero solo pudo ofrecerle lágrimas que cayeron como perlas hasta sus susurrantes labios. Quiso saborear su pena, pero era tan fría que ni siquiera gusto pudo encontrarle. Caminó hacia la puerta, dejando su sendero de no me olvides que acompañaba el arroyo de sus lagrimas por la casa, el cual se convirtió en cascada, al ver ella el sendero que estas dejaban. No hay lluvia ni caída de agua que no concluya en arcoíris, ya que el sol siempre está, como no hay llanto que no termine en una sonrisa. Al salir, la rosa peonia la saludo sonriente, y lo mismo hicieron las lilas y el diente de león,, aunque los pensamientos prefirieron quedarse con sus mentes, pensando y pensando detenidamente. Por alguna extraña razón, su corazón empezó a latir muy fuerte, guiándola junto a su bicicleta como descontrolada hacia el rio más fértil. El arcoíris de su pena comenzó a hacerse dueño de su rostro entero y, mientras aumentaba la velocidad de su bicicleta, la de su corazón también lo hacía, iluminando así sus ojos de una felicidad atrevida pero sincera. Sus carcajadas y jolgorio comenzaron a atenuarse, a la vez que comenzaba a adentrarse en el bosque. Fue entonces que su sendero de no me olvides paso al frente y comenzó a guiarla, presentándole en el camino a las mutisias, los amancay y la menta, mientras la llevaba por la hierba hasta la cascada y su arte. Una vez allí, se sorprendió al sentir que su pielera adornada con diamantes dulces y saltarines, aunque gélidos y aturdidores. Allí estaba su esencia: en el rocío juguetón de una cascada de diamantes, que le ofrecía a cada segundo, arcoíris bulliciosos, llenos de vida, chorreantes. Si hay sonrisa, ya no hay pena, siempre y cuando esta sea sincera. Mientras el sol siga saliendo, lloverán arcoíris desde el cielo. Cuando una sonrisa se escapa, hay que ir a buscarla a una cascada que contagie de agua pura, arcoíris de diamantes y sonrisas con el corazón galopante. No me olvides te acompaña, porque no olvidando se recuerda, que olvidando uno se pierde de las cosas buenas del alma.

Primer Invierno

En silencio, una multitud de pájaros nómades toma su rumbo hacia el verano, rozando, sin pensarlo, el tibio néctar de un atardecer sonrosado. En silencio, la brisa contiene a esa pluma que se cansó de volar siguiendo al sol y se dejo ser a la deriva. En silencio, ésa pluma, de quien sabe cuántos veranos, roza mi mano, me acaricia y me espía mientras cae en mi zapato. En silencio miro al suelo, seria y muda; sin quererlo siquiera me percato, de que una pluma de verano ha elegido pasar su primer invierno, posándose, desinhibida, sobre mi zapato.

Vacío

Vacío. Lluvia intermitente de a ratos explosiva. Concierto. Melodías atracadas entre silencios concretos. Vacio. Incandescentes espacios entre el oro y plata del cielo. Ruido. Silencio. Espanto. Susurros. Un espasmo decreciendo. Sintonías entre calma, de esa lluvia bebiendo. Vacio. Solo miedo cayendo. Concierto. Sensaciones de desapego. Vacio. Acercamiento hacia lo nuevo. Nostalgia de ese tiempo ajeno, que encandila los sueños. Sentimientos encontrados de una nube de espejos, que cae sobre el suelo, que intermitentemente se transforma en espectador de tan delicioso concierto.

Intimo


Su mirada destellante hace mil galaxias entre sus ojos y los míos. Mis párpados, entretanto, se entrecierran lentamente, guardando, como siempre, el recuerdo incandescente, solo nuestro, siempre mío.

Insomnio Sentimental


Y si mientras duermo descubro que tus ojos están viendo los míos, que tus manos buscan mi cercanía y tus susurros ser escuchados tibiamente por mi oído, sabré entonces que la dulce espera ha rendido sus frutos, sabré entonces que al menos por ese instante, por ese minúsculo momento en que nuestras mentes se cruzaron, en que el universo se hizo ínfimo, en que las palabras no se dijeron, los silencios estallaron a gritos, fuiste mío.

30-1-2012



Mi intención primera era ponerme a escribir. No era la de escribir algo bello ni poético (vale aclarar que ambas cosas no siempre van de la mano).
Mi primera intención se vio entonces abrumada por mil pensamientos huecos y vacios que en ellos no albergaban más que ansiedad, tristeza, locura y silencio, silencio y más silencio. Quise escapar de éstas intrusas, que no hacen más que amargar la poca dulzura que me ofrece la vida, y supe entonces que, cuando las dejamos entrar aunque sea una vez en nuestros corazones, ya no hay forma de desacostumbrar nuestros miedos a depender de ellas, y pude ver que querer escapar de uno mismo es el reflejo más natural que nos nace como seres, y no solo humanos… supe, además, que los de corazón puro son quienes sufren, porque solo un corazón puro es capaz de ver con certeza lo que es capaz de hacer el mundo por él y también de lo que es capaz de hacer el veneno. Me pude dar cuenta ante tal hallazgo, de que el veneno no viene en pequeñas cantidades, ni en envases de vidrio, que el veneno más letal viene envasado en carne, que no hay dosis pequeñas, sólo existen las mortales.
El veneno que se escurre de mis manos al papel se está encargando de empapar de ausencias mis relatos, de albergar dolor en mis prosas y tristeza en mis poesías… El veneno que impregna mi mano izquierda, hace que mis ojos se detengan y no puedan ver lo que está creando.
¿Cómo es posible crear cuando se está envenenado? ¿Cómo es posible desintoxicar un alma que no hace más que sentirse parte de un silencio desgastado?
El silencio sumado al silencio cose veneno destilado. El silencio envenenado, desgarra lo bueno, se alimenta de lo amargo.
Conscientemente consintió sus deseos y los lanzó al aire.
Inconscientemente los largo en medio de incertidumbres volátiles.
Conscientemente divagó entre las penumbras de quien quiso darle todo. Inconscientemente se centró en los sollozos de ese cielo incandescente.
Conscientemente amó, sufrió, desató su ira, sus miedos, sus locuras, sus debilidades… inconscientemente se avergonzó de aquello… y conscientemente quiso arrebatárselo a sí mismo, pero inconscientemente no se lo permitió.
Conscientemente pensó en jugársela por aquello, en vivirlo, en hacerlo. Inconscientemente lo logró. Inconscientemente sanó.

Tristeza


Estoy triste... triste triste triste, pero las lágrimas no salen, los suspiros se interrumpen y la melancolía no quiere acompañarme. Igualmente estoy triste, triste triste triste, esa clase de tristeza que no sabemos con certeza pero que alli se encuentra: en el fondo de un suspiro interrumpido, de lágrimas secas y melancolía ausente, triste, tristemente